Oña, villa condal, sitúada entre rocosas montañas, destaca por el impresionante monasterio de San Salvador, una celebérrima abadía benedictina,
fundada por el Conde Sancho García en el 1011 que lo entrega a su hija, la infanta Trigidia, creando en Oña el Señorío-Infantado más importante
de Castilla. El Monasterio acoge los panteones donde yacen Reyes y Condes castellanos.
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