El Baixo Miño le debe su nombre y su personalidad a la presencia del río Miño, el más importante de Galicia. En esta zona el río sirve de frontera
natural entre España y Portugal, y en sus riberas asoman, unas frente a otras, diversas villas con marcado carácter defensivo que en otros tiempos
se vigilaban y hoy conviven en paz. Los viñedos adornan el paisaje y permiten la producción de excelentes vinos como el afamado vino de O Rosal.
|