La Semana Santa de Antigua es una de las más atrayentes de toda Hispanoamérica. Los largos pasos procesionales pasean esculturas que siguen la imaginería castellana.
Las calles por las que discurre la procesión se engalanan con largas alfombras polícromas realizadas por los vecinos con serrín coloreado, pétalos de flores y frutas
de todo tipo. Cada cofradía o hermandad saca su propio paso, pero son el Jueves y el Viernes Santo cuando todas las procesiones confluyen por las calles de la ciudad.
El espectáculo está garantizado.
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