Casa tradicional en La Portellada. Estas casas de labradores solían tener un sótano, la bodega en la planta baja, una entrada para guardar las herramientas, una despensa para las conservas y al fondo el corrar del mulo y la caseta del cerdo y el altillo con un pajar. El primer piso estaba destinado a la vivienda y el segundo era un espacio abierto para secar los frutos. |