Escena de la Creación de Adán, apareciendo, en el interior de una mandarla sostenida por ángeles, Dios Creador portando en posición horizontal formando con Él una cruz la figura de Adán. Lo más llamativo de esta escena, más allá del hecho de que conserven aún restos de su policromía original, es el recurso que eligió el artista para plasmar el misterio de la Trinidad mediante una figura de tiple cabeza. |